REVELACIÓN PARA LA VIDA

[Anónimo]

Yo trabajé para el de Jinjer una vez. Yo quería hacerle un par de dibujos, unos diseños o unos gráficos. Pero acabé duchándome con agua fría, renunciando al racionalismo y desechando (más que superando) mis politoxicomanías de urbanita ufano y displicente.

Me pasmó su capacidad de trabajo, su energía, su entrega, su inteligencia franca y su vitalidad pujante, talentosa, arrolladora. Qué agudeza fascinadora, no menos brillante por ser aposta. Qué expresión incontrovertible, sin minuciosidades de léxico. Qué consciencia integral, oreante de verdades como panes, sin decirlas siquiera, a veces. Qué ejemplo, qué referencia vertiginosa, qué revés de lucidez, de seguridad inexpugnable, de cautela palpitante, de conocimiento, en fin. Qué impresión, qué testimonio, qué justeza más estrepitosa de lo que son las cosas, de lo que pasa. Resumiendo… me pareció y me parece uno de los cerebros más potentes de nuestros días y una de las personalidades más nítidas e inclasificables del mundo contemporáneo. Claro, no es que yo me codee con los premios Nobel, pero estas cosas que se notan más que se saben, con los años, se corroboran solas… intrínsecamente, o sea.

Esta página web, que ahora está en pañales, va a ser de lo más importante que le ocurra a la humanidad, en éste momento de la era, aunque no se traduzca, e independientemente de que cale más o menos. Entiéndase que no es una cuestión de probabilidades, como no depende de que le oigan el que uno grite. Creo –tengo que decirlo–, que en su concepción actual no va a seducir a las multitudes, al menos no de primera impresión. A mí, sin lo que sabía de antes, no me entraría por sí solo todo esto, siendo rotundo el contenido, fehacientes los hechos, etc. Aunque será así como tiene que ser, a lo mejor. No nos preocupemos de ello, pues, y saquémosle, los que por ventura sintonizamos, partido al tema: leamos las palabrejas en nuestro idioma y demos gracias, como antañazo se hacía a la mesa, por la chicha y por el buen diente… y mastiquemos muchas veces.

[jinjer]

Hola Daniel
Tus palabras:
– Nos sonrojan, porque no nos sentimos merecedores de ellas y, en todo caso, por la impresión que nuestra percepción del mundo puede generar en personas de sensibilidad consciente como tu. Nos preguntamos, ¿qué sentirán los que puedan leer tus palabras y no nos conocen “a la corta”, porque esa es la distancia “en la que te la juegas”?
– Nos llenan de humildad, porque sentimos que no tenemos mucho mérito. Nos parieron como somos y el destino se ocupó de ponernos contra las tablas y cerrarnos todas las salidas menos una, la que hemos seguido en la investigación independiente y autónoma de lo que comenzamos a reflejar en esta web que, como tu bien dices, “está en pañales” en el sentido de que, en cuanto al contenido de nuestras investigaciones, tan sólo hemos propiciado la posibilidad de asomarse a una parte mínima de ellas. En esta próxima segunda etapa de la web se está formando un equipo, en el que nos encantaría que estuvieras, que puede propiciar una motivación para poner al alcance de la tribu la mayor parte de nuestras investigaciones.
– Nos inducen a una alta responsabilidad. Es cierto que hemos puesto nuestras investigaciones al alcance de todos los estamentos de la sociedad, desde la realeza hasta las chavolas, pasando por las Universidades. Pero quizá no acertamos el cómo; quizá no era el momento… ¿quizá ya no es tiempo? En todo caso, aquí está esta web para quien le interese.

De todas formas, ¡gracias, Daniel! Personas como tu nos estimulan a no entregarnos a nuestras querencias de nuestra particular fase evolutiva, la principal de las cuales es “perder el tiempo” con los parientes.
Gracias también por tu expresión sobre las “verdades como panes”. Si alguien nos pidiera que le dijéramos nuestro Maestro preferido, aparte de los parientes, no dudaríamos en nuestra respuesta… ¡Perogrullo!

[Anónimo]

Me han interesado un montón las mini biografías que hay por aquí, los casos concretos, las experiencias particulares, cada una tan eso, tan única. La mía no tiene nada de extraordinario, pero me parece conveniente que conste el peso de la presencia del de detrás de Jinjer, porque éste nombre suena a crema pero el juguillo viene exprimido de la corpulencia del humanismo –pongamos–, y aun estando muy bien aprovechada la web, no se puede entender del todo, o calcular su importancia sin saber esto. Lo cual, otra obviedad, tampoco decirlo sería darlo por explicado, que si es un “peso”, la Internet, aunque tenga arrobas…

El otro peso, el de la responsabilidad, creo yo que es cada uno el que se lo carga o se lo descarga, según le apetezca y según se lo merezca (o, metidos en literatura, según tenga que ser o no ser). Personalmente, no podría resultarle demasiado útil a ese súper equipo que seguro que ya gravita o prepara su big-bang, por mi incapacidad lamentable, pero oiga, en lo que se pueda, por supuesto.

[Autor]

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