A partir de las investigaciones sobre el Cambio Climático Interno y de la aplicación de la Física y especialmente la Termodinámica al sistema humano, se diseñó el Método Jinjer como una opción sensata para neutralizar las derivaciones del CCI y del efecto invernadero en los humanos.
El MJ es aplicable a los sectores de bienestar, masaje y rehabilitación, estética, deportes… Y así se diseña Termomasaje, como aplicación específica del MJ al masaje y rehabilitación.
Parte de una percepción funcional del sistema y, por lo tanto, pone más acento en la fisiología energética que en la anatomía estructural.
Se basa, en diagnóstico, en la analogía desde física entre presión, aceleración, tensión, calor y dolor. En tratamiento se basa en las leyes de termorregulación natural del sistema, de ecualización, ley de enfriamiento de Newton (vaporización) y, especialmente, en la de acción y reacción.
A partir de la analogía entre tensión, dolor y calor, se toma al calor como punto de apoyo para, con base en las leyes físicas, eliminar tensión y dolor.
Su táctica son las derivaciones de calor con base en los parámetros espaciales (interior-exterior; arriba-abajo; centro-periferia…) y siguiendo las direcciones naturales de la circulación de la energía.
En su ejercicio es un método de no-dolor y se practica con la técnica de mano envolvente que no transmite tensión ni hace daño, pues no se utiliza la fuerza del profesional sino su energía, entendida desde física, es decir, su masa, su peso.
Este método tiene denominadores comunes para todos los profesionales del masaje, sin importar el sector, y aplicaciones específicas para cada uno de ellos, desde rehabilitación hasta estética.
El método lleva demostrando desde hace décadas su alta eficacia en relación a los más serios problemas del masaje y rehabilitación, por ejemplo, roturas de fibras o hernias discales…
A decir de algunos profesionales es, probablemente, el método más sencillo y eficaz del sector. Y, a decir de algunos osteópatas, el complemento ideal de su especialidad.