Ecología Externa e Interna

La Ecología externa

La palabra ecología viene del griego oikos, que significa casa, hogar.
Todos tenemos nuestro cuerpo, que es el hogar personal; todos tenemos un planeta, que es el hogar de todos los seres vivos; todos tenemos un Universo, que es el Hogar de todos los seres.
 
Desde el nacimiento de esta ciencia, se ha ido refiriendo predominantemente a los ecosistemas de seres vivos en nuestro planeta, y, sobre todo, a la relación del hombre con la Naturaleza.

  
La Ecología interna
Los seres humanos tenemos una casa grande, un hogar externo que es el planeta; pero también tenemos otra casa, un hogar interno, donde habitan nuestros instintos, sensaciones, emociones, sentires, pensamientos, consciencia …
Como la tierra, tenemos nuestro pequeño océano, el corazón, nuestros ríos, las arterias que recorren y riegan toda nuestra geografía interna; tenemos una atmósfera en los pulmones; somos tierra en nuestros huesos y músculos; tenemos nuestros centros energéticos y nos recorren corrientes de energía en contacto con la energía del cielo y de la tierra; y también tenemos una corteza, nuestra piel, con sus pequeños bosques, los cabellos y el vello.
 
El ecosistema humano
Nuestro organismo, nuestro hogar interno, es un ecosistema de frágil equilibrio, activado por corrientes de energía y regido por un delicado y muy sensible mecanismo de hormonas y encimas.
De la piel hacia afuera de cada uno de nosotros, se extiende el medio, ecosistema u hogar externo; de la piel hacia adentro, el medio, ecosistema u hogar interno.
 
Nuestra casa interna podemos considerarla como una casa de tres pisos o niveles: el físico, el emocional y el mental. Los tres forman una sola unidad interactuando continuamente; son como tres ecosistemas parciales que conforman un único ecosistema global: el ser humano, en constante interacción con el medio ambiente externo.
 
El estado de nuestro medio ambiente interno nos afecta no sólo a nivel físico, sino también a nivel emocional y mental. Y esto, a su vez, repercute en nuestro medio ambiente familiar, laboral, social …
 
Al estado armónico de todos los elementos de ese ecosistema lo llamamos salud y cuando se produce, nos sentimos a gusto dentro de nuestra propia piel. Si se producen tensiones o alteraciones, nos sentimos a disgusto y enfermos.