1.- Por Calentamiento
–Aumento de las alteraciones por rojeces: acné, eczemas, erupciones, cuperós, etc. De todos es sabido que el color rojo se relaciona con calor.
–Envejecimiento. El frío conserva; el calor envejece. El envejecimiento es directamente proporcional a la velocidad a la que se vive. Y, a mayor velocidad, mayor calentamiento interno.
–Aumento de las arrugas. Detrás de cada arruga hay una tensión. Al aumentar la aceleración y el calor interno, aumentan las tensiones y éstas se reflejan en la piel en forma de arrugas.
–Aumento de las alteraciones por rojeces: acné, eczemas, erupciones, cuperós, etc. De todos es sabido que el color rojo se relaciona con calor.
–Envejecimiento. El frío conserva; el calor envejece. El envejecimiento es directamente proporcional a la velocidad a la que se vive. Y, a mayor velocidad, mayor calentamiento interno.
–Aumento de las arrugas. Detrás de cada arruga hay una tensión. Al aumentar la aceleración y el calor interno, aumentan las tensiones y éstas se reflejan en la piel en forma de arrugas.
2.- Por Contaminación
–Aumento de los fenómenos de acumulación: celulitis, obesidad, milium, etc. Estos fenómenos son manifestación de la contaminación del medio ambiente interno.
3.- Por Efecto Invernadero
–Inversión de la relación del pH de la piel y el interno. El pH de la piel tiende a volverse alcalino, mientras que el del interior tiende a acidificarse.
–La energía y la sangre tienden a reconcentrarse en el interior.
–Como consecuencia, aumento de las pieles secas y frías, porque el agua para hidratar y el calor llegan a la piel por la sangre.
–Desnutrición de la piel, con riesgo de pieles desnutridas.
–Desvitalización de la piel. Al llegar menos sangre y energía, el metabolismo celular del tejido cutáneo queda empobrecido, con la consiguiente falta de tono en el tejido.