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Buenas a todos¡¡¡
Os cuento un caso, que para mí fue algo difícil, y que me ha enseñado a empezar a ver con diferentes ojos la enfermedad, al paciente y la termo.Se trata de un señor de unos 50 años que, siendo pequeño le atacó la Poliomielitis. Ésta le afectó sobre todo al miembro inferior, y con 6 años le hicieron una artrodésis en la rodilla izquierda (es decir, se la dejaron fija, sin movimiento). Como es lógico camina con muletas, y en su casa lo hace sólo con una.
En un principio, su único problema a día de hoy era un fuerte dolor en el glúteo derecho, provocado por la carga sucesiva sobre esa pierna. A la palpación tenía una fibrosis en los glúteos medio y menor.
También, a mitad del masaje me comenta que también le duele el codo( epicondilitis) y el hombro( braquial anterior).
Gonzalo, que así se llama, había probado todo tipo de especialistas; el médico con sus pastis, el acupuntor con sus agujas, el masajista con sus masajes y el fisio con su bombilla de calor (así me lo definió, que no es mi opinión ehhh) venía diferido de un amigo osteópata que le recomendó mis servicios (cosa que le agradeceré for ever).En las piernas carece casi totalmente de musculatura ( a la altura de los tobillos el grosor es como el de mis muñecas, y los muslos tienen un poco más)
La parte superior del cuerpo está muy desarrollada (por las muletas)
Cuando entré en su casa me encontré con una piltrafilla con una muleta que simulaba una sonrisa. Un hombre apagado, paliducho y encogido, que vestía unos pantalones que parecían ser de un grandullón. En la conversación se le veía que era un hombre muy paciente y parecía que lo llevaba bien.
El primer tratamiento (masaje, y termo) fue un poco frustrante (cosa de novato) el hombre no notó (aparentemente) ninguna mejoría. Me costó muchísimo hacerle hiperemia en piernas( nada de musculatura y poco riego, tanto energético como sanguíneo), y cuando por fin conseguía calentar duraba muy poco, pero con cuidado y manteniendo abrigada la zona conseguí hacer algún que otro mini contraste.
Le recomendé las duchas, un ligero cambio de alimentación y si tenía la posibilidad de hacer termo activa o turco y ducha que lo hiciese, y a parte, le dejé un botecito de balsámica y otro de polar y le enseñé a hacer un par de estiramientos
A la semana, volvimos a quedar., y aparentemente seguía igual, pero en el masaje la fibrosis parecía algo más normalizada y el glúteo más relajado.
Al hacerle hiperemia, ésta apareció mucho antes y se mantenía más tiempo. Por lo demás, había hecho las duchas tooodos los días y había seguido todas mis instrucciones.
El tercer día me lo encontré en la entrada del garje con una cara muchísimo más vital, los ojos despiertos y una postura mucho más erguida. Me dice que está muchísimo mejor, le queda un ligero dolor en el glúteo. el codo y el hombro estaban mucho mejor.
Sólo tengo que corregirle los estiramientos, que no conseguía buena tensión.
Para la cuarta visita, todo iba super bien, ya era un hombre nuevo, y sólo llevaba 3 semanas, y ni siquiera había podido hacer ni el turco ni nada de activo.
Mañana vuelvo a verle, ya os contaré la evolución.
Saludos a todos y muchas gracias¡¡¡¡Enhorabuena por una experiencia tan positiva, Grefullo.
Enfrentarse a casos así de complicados, y ver los resultados tan positivos tiene que dar mucha seguridad. También tiene que ser muy gratificante ver cómo a tu paciente le va cambiando el semblante y la pose de la manera en que nos cuentas.
Felicitaciones, Guefullo… 🙂
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