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El Jardín y la Selva
Hola “pecadoras/es”
Vamos a “cambiar los terrenos”, hablando en términos taurinos. Ya me daba “cosa” ver tanto post bajo el epígrafe “pecado Terminal”. Quizá porque nunca me ha gustado ni la palabra ni el concepto que hay detrás de la percepción pecadora del mundo. Quizá porque soy consciente del terrible daño y los incontables sufrimientos que esa percepción impuesta ha generado en la tribu.
Ningún placer mayor para Jinjer que presenciar y participar en una peripatética, más allá de la superficialidad de la espuma, en la profundidad de las aguas de la percepción.
Investigar es averiguar juntos y todos los que entréis en este foro ya sois investigadores, pasivos los que sólo leen y activos los que participen. La participación de Jinjer será más de aportar caña de pescar que de dar pescado. Un poco en plan socrático.
Probablemente Jinjer no va a contestar a preguntas concretas. Más bien intentará generaros muchas más. Poner un poquito de sal en el cogollo de vuestro corazón perceptivo para educar (de educere = sacar de) lo mejor de vuestra percepción.
Esto está ligado también con la sugerencia de Edelweiss en relación al Foro Escuela.En breve colgaremos en el foro Investigación un resumen de nuestras investigaciones que confeccionamos a petición de William de la Peña, Rector de la Universidad de UCLA, California. Este estudio servirá de marco general de referencia. Como siempre en estos trabajos, es una supercondensación.
Bien, “pecadoras”, os invito a rumiar un poco el archivo que os adjunto y a ligarlo con los posts recientes a partir de la iniciativa de Violetaceleste y a seguir con la peripatética.
PD. José María os pide un grande, grandísimo favor. No me llaméis Maestro… por favor! Ese título sólo se les puede atribuir a los parientes. Yo solo soy un intérprete suyo. [file name=La_Naturaleza__y_las_Civilizaciones.doc size=21504]http://www.jinjerbalsam.com/media/kunena/attachments/legacy/files/La_Naturaleza__y_las_Civilizaciones.doc[/file]
Después de leer el texto se siente uno como cuando contempla el cielo en una noche estrellada, y acallado el curso de sus pensamientos, simplemente es.
A veces está bien recordar nuestra verdadera dimensión en el universo, con demasiada frecuencia nos creemos demasiado importantes -tanto a nivel individual como de especie-. Y dejamos, en el primer caso, que las pequeñeces ocupen gran parte de nuestra corta vida, y en el segundo, que la arrogancia se nos suba a la cabeza y creamos de veras que nuestro poder es tal que podamos cambiar el destino del planeta, siquiera el de la vida sobre éste.
Pero una cosa es eso y otra muy distinta que rememos con todas nuestras fuerzas en dirección a las cataratas! Nuestra ceguera alcanza proporciones colosales…
No podremos, ¡Ay! cambiar las pobres estrategias de nuestros gobiernos-títere; no podremos cambiar la voraz marcha de las multinaciones, pero sí podemos cambiar nuestra propia vida. Adoptar pequeñas costumbres ecológicas como el reciclado, renunciar a la cada vez más extendida costumbre del “usar y tirar” fruto de la vorágine consumista; ducharnos con agua fría con el consiguiente ahorro energético y beneficios de salud y tratar de ser cada día un poco más conscientes.
¡Hola foreros!
Me voy a atrever a hacer un homenaje, con este post, a la libertad de expresión.
Y al valor de los que se atreven a hablar con consciencia, como Jinjer, ante esta civilización que es todo lo contrario y parece ser que inevitablemente.
En especial a los que gritan a los cuatro vientos para ver si alguien se entera.Como introducción este video musical sobre el llanto de la tierra:
Alguien que tiene el valor de gritar a la humanidad bajo su propia percepción y creencias.
Que dice que hemos ido demasiado lejos…
Y se pregunta:
¿Qué pasa con nosotros? ¿Dónde nos equivocamos?
Muchas preguntas contestadas por Jinjer en este foro. Y más…
Alguien que ya no podrá entrar en esta página web, pero que si lo hiciera yo sería la primera curiosa en apuntarme a leer sus pensamientos.Me ha gustado verlo ahora bajo la percepción de Jinjer de un mundo evolutivo, espiral y una naturaleza perfecta. Con “selva” y con “jardín”.
Estoy de acuerdo con vuestra opinión de la percepción pecadora del mundo.
Si con sentido de la culpabilidad hacemos lo que hacemos…
¿A dónde llegaremos? A la extinción, ya nos enteramos!
Quizás… Podamos retrasarlo un poquito y tratar de vivir con el mayor bienestar posible.
Me uno a Olga, e integrar pequeñas costumbres ecológicas. Y grandes costumbres termorreguladoras.¡Hagamos algo por la tierra!
Jinjer no puede llorar por la Tierra
La Tierra es un ser poderoso, grandioso y espléndido al que no creemos que le importe ni poco ni mucho nuestros llantos o nuestras brabuconadas, porque la Tierra no tiene sentimientos.
Cuando lloramos, siempre lo hacemos porque perdemos algo y lloramos por la presión que nos produce el vacío que queda.Jinjer no tiene complejo ni de pecado original ni de pecado terminal.
Jinjer ha recorrido miles de veces, por las montañas y los llanos, los senderos de este ser espléndido, maravillándose siempre ante su impresionante belleza y generosidad.
Jinjer ha dormido incontables veces sobre el regazo de la Tierra, arropado por el canto de los grillos, la mirada atenta de los búhos, con la sensación envolvente de la selva que nos rodeaba o con la música de las olas en la playa cercana.
Jinjer no puede hacer nada por la Tierra, porque la Tierra no lo necesita.
Jinjer se emociona agradecido por todos los regalos que recibe de la Tierra, entre otros, las plantitas con las que confeccionamos las cremas Jinjer.¡Jinjer no puede llorar por un ser tan poderoso, grandioso y espléndido!
Para Jinjer, la Tierra no está “herida” por los humanos. La Tierra está “agradecida” a los humanos, como uno de tantos seres a los que cobija y alimenta, por su colaboración en el cumplimiento de su destino. Otra cosa sería hablar de nuestra impecabilidad, aunque fuera, no por la Tierra sino, egoístamente, por nosotros mismos.
No esperamos que esto puedan comprenderlo todos los foreros. Para eso hay que tener la percepción paradójica del mundo que corresponde al nuevo paradigma de la Tercera Revolución Copernicana.No conocimos a Michael Jackson, pero sí tratamos y conocimos a otros famosos y os podemos asegurar que siempre estuvimos más a gusto en las chavolas de los pobres que en las mansiones de los príncipes.
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