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Hola Jinjer, forer@s,
Cómo testigo de uno de los casos complejos, de “callejón sin salida”, apunto un detalle extraordinario, que me ha llamado la atención, del tratamiento recibido por mi hija en Jinjer.
Ella es uno de los casos extremos que pasó por León, en busca de respuestas a la situación tan difícil que estaba -mos viviendo.
El resultado fue que en el Parque Botánico de Jinjer, cogió algo, que casi nadie te da hoy día: ganas de vivir: brillo en los ojos, ganas de luchar por lo que merece la pena y entrenar la voluntad. A la vez aprendió técnicas básicas: caminar sobre hierba húmeda haciendo aplicaciones de frío todo el tiempo en piernas (o y brazos), la técnica de la cataplasma para regular el calor en vientre, respiración amplia y profunda, entre otros, también detalles importantes de alimentación.
Días antes, la veía tumbada en la cama, en el sofá, sin capacidad de reacción, ojos opacos, sin querer relacionarse con nada ni con nadie, con esa angustia, que se siente cuando no ves salida a tu dificultad extrema.
Después de dos meses, la muchacha, sigue cuidando la alimentación refrescante que Jinjer le recomendó, sale a pasear a diario, quiere y se relaciona con otros, consigo misma y con la naturaleza. … disfrutamos de nuestros momentos de unión juntas y con otros.
Con el agradecimiento de una madre amiga.
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