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Ay! , el tubo de escape…!
Hola fore@s.
Contaros una de tantas que, seguro, os ha pasado alguna vez.
Este verano durante una excursión, mi hijo mayor -13 años-, se quemó en la pierna con uno de estos tubos de escape gruesos, deportivos. Estaba recién parado el vehículo, por lo que le quemó bien.
Inmediatamente le puse una buena capa de Aliento Polar sobre la quemadura, y esa fue la clave.
Asomó una pompa de líquido, pero empezó a remitir a los pocos minutos.El chico dijo que le molestaba un poco, pero que quería y podía hacer la caminata, y así fue.
En cada parada le salpiqué agua en la pierna para que siguiera sacando el calor y mitigar la molestia. En la vuelta volví a aplicarle de nuevo aliento polar.Disfrutamos del camino, de nuestras piernas y de las magníficas montañas leonesas que tanto nos alimentan la vista y las emociones.
Ya en casa, después de una ducha, y con la quemadura seca, apliqué un poco de Própolis, pues pensé que es desinfectante y regenerador de tejidos lesionados.
Lo mantuve alejado de la piscina unos días, a su pesar, claro!, durante los cuales tratábamos la herida con Alisal, que curó suavizando ,sin crear postilla que dejara cicatríz.
Creo que lo hice bien, pues transcurridos los días se fue descamando poco a poco y a día de hoy, es imperceptible.Cuando salgo con niños, siempre llevo un buen calzado,agua,algo de comer, balsámica y aliento p. en el coche y en mi bolso como botiquín.
Saludos
Rosae
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