Alimentación primavera.

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  • #3992

    Vivimos un momento de cambio climático por lo que las estaciones se ven afectadas, y aunque sea de forma inesperada, seguimos los criterios estacionales en base al momento preciso del cambio que marca cada estación, en cada lugar. Armonizando así con el entorno y recogiendo lo que nos ofrece la Naturaleza, que precisamente es lo que necesitamos. Lo ideal es comer los productos de la zona, frescos y de la estación y adaptar nuestra alimentación a los cambios.

    En primavera:
    Alimentos con fuerza centrífuga y energía estimulante suave. Cantidad moderada para no sobrecargar hígado y vesícula.
    – Toda clase de platos de verduras y frutas de la estación, frescas. Ensaladas de colores, variadas, con germinados y encurtidos.
    – Aún necesitamos energía que caliente y nutritiva pero de forma menos intensa.
    – Pasamos, poco a poco, al alimento y cocinado más ligero, hervido, vapor, escaldado, salteado. Cocciones cortas y con menos llama. Alimentos más crujientes y sopas de más verduras que cereales o legumbres.
    – Reducir un poco la cantidad de proteína y también de aceites que sobrecargan el hígado y la vesícula.
    -Más alimentos de color verdoso, entre las verduras (judías, espárragos verdes, brécol, alcachofa. puerro…en ensaladas, lechuga, berros, espinacas, rúcula), fruta (kiwi, lima, manzana…) y plantas frescas (borraja, apio, perejil, ortigas…)
    – Loa cereales son básicos todo el año. (avena, centeno, cebada, quínoa…)
    – Las legumbres (soja, guisantes…)
    – Momento de germinados, de energía en crecimiento, vivos y en desarrollo.
    -Sabor ácido agrio, momento de cítricos. Facilita la digestión y la secreción y formación de bilis.
    – Fruta solo la de temporada.
    – Hierbas aromáticas frescas, en infusiones o para condimentar.
    – Menos sal.
    – Momento de encurtidos y fermentados, ayudan a digerir, a su asimilación y a depurar.
    – Utilizamos verduras de mar, las algas, más suaves, wakame, dulse, nori, lechuga de mar… Ayudan al hígado a desintoxicar. Depuradoras, disolventes de grasas y mucosidades, regeneran, ayudan a eliminar líquidos y a alcalinizar.
    – Alimentos biológicos, sin químicos que también sobrecargan el hígado.
    – Comer con calma y masticar mucho.

    La energía primaveral invita ya, gradualmente a estar más activos y abiertos, alegres, creativos y a expresarse… también en la cocina. Vamos a disfrutarlo! Y a empezar a compartirlo!

    #3994

    Aquí en Galicia, esta primavera, el Cielo está siendo muy amoroso con la Tierra y contamos con un momento estacional más lluvioso que soleado, propiciando aún más el verdor de esta estación.
    Favoreciendo también a que claramente se manifieste la energía de calor y humedad, que unida a la fuerza centrífuga del momento cíclico estacional, se ve manifestada también en mi cocina, haciendo que brotaran las cebollas que estaban al aire, en su cesta.
    Una explosión de vitalidad, germinando con la fuerza, característica primaveral, haciéndose paso al cambio con a la renovación evidente.
    Como tenía que hacer algo con las cebollas antes de que se transformaran por completo las utilicé como acompañante principal para unos guisantes frescos que recién se habían cogido las vainas de su planta.
    Pelé las cebollas, las lavé y piqué, la cebolla por un lado y también sus tiernos brotes verdes que reservé aparte.

    Guisantes encebollados con alga wakame

    Ingredientes:
    – Guisantes frescos
    – Cebollas, picadas
    – Ajo y perejil, picado fino
    – Alga wakame, remojada 15 minutos
    – Agua del remojo del alga
    – Aceite de oliva virgen y sal marina gruesa

    Preparación:
    – Doramos el ajo en el aceite.
    – Añadimos la cebolla y la salamos para hacerla “llorar” dejar a fuego lento.
    – Añadimos el alga picada, los brotes de la cebolla y el perejil y rehogamos.
    – Añadimos los guisantes, rehogamos.
    – Añadimos agua de remojo del alga cubriendo el fondo.
    – Cocinar al mínimo hasta que los guisantes estén al gusto.
    – Tapado si lo queremos con más salsa, o no para conservar la oxigenación y el verdor.
    – Rectificar de sal.

    El resultado, un plato verde de temporada, con algas, imprescindibles en la alimentación para este momento de cambio climático.

    Opciones:
    – Se le puede añadir tropezones del típico jamón. O de proteína vegetal.
    – O utilizar como acompañamiento, por ejemplo, de cualquier pescado.
    – Incluso añadir unas patatas picadas, junto con el agua, tapar y cocinar lento.
    – Siempre queda la opción sin algas, para los desacostumbrados con el típico chorro de vino blanco.
    – Aromatizar con una hierba fresca picada espolvoreada por encima, albahaca, eneldo, hinojo…
    – Se puede triturar y hacer de él una crema y hasta se puede servir como una salsa verde remineralizante. O todo a la vez y reservar para distintos momentos.

    Bueno, ya cada uno lo adapta a la situación.

    #3995
    Margarita
    Participante

    Visitando la huerta en este momento tenemos, ya, lechugas, apio, acederas, acelgas, zanahorias, rabanitos, guisantes, cebolletas, puerros, espinacas y algo más también, sobretodo dependiendo de la zona.
    Si visitamos el mercado, de temporada también, espárragos, judías verdes, alcachofas, nabos, pimientos verdes, cebollas…
    Tenemos las verduras del mar, todo el año. Las algas que hoy las podemos encontrar en algunos supermercados, no solo en tiendas especializadas, desecadas y embasadas frescas enlatadas o en frasco de cristal.

    Preparación:
    -Escogemos las verduras, las lavamos y cortamos.
    En tiras más finas las hortalizas, más duras, como la zanahoria y el nabo.
    En tiras anchas las de hoja grande y fina, como la acelga. Las hojas de espinaca y las de apio enteras, los tallos y los espárragos verdes si no son muy gruesos, cortados simplemente a lo largo o en rodajas, igual la zanahoria y los rabanitos.
    – Si añadimos algas desecadas, remojo de 15 minutos, Wakame cortar en tiras, dulse y lechuga de mar troceada, los copos de nori tal cual.
    – Las salteamos en aceite de oliva virgen de p. presión en frío. En una sartén, en un wock, o en una cazuela ancha. A fuego medio, tirando a fuerte. Moviéndolas con frecuencia.
    – Añadimos sal y si queremos, algún condimento, como hiervas frescas picadas, que son de temporada o sino el perejil, que suele haber en todas las cocinas todo el año.
    – Unas pocas vueltas más y las retiramos, en un punto en el que aún estén crujientes.

    Muy fácil y rápido ¿Verdad?

    #4000
    jinjer
    Superadministrador

    Hola Laflordeagua y forer@s todos

    Muy acertado y completo tu post sobre alimentación en primavera.
    Quizá sólo una puntualización en cuanto a la soja, cuando hablas de legumbres. La forma ideal de tomar la soja es en forma de germinados. Si se toma cocida como otras legumbres, que sea la soja amarilla. La verde es ligeramente indigesta.

    Bueno, la puntualización es tan sólo para aclarar más el único punto que lo precisaría, por si alguien no lo comprendiera bien.

    Saludos casi veraniegos.

    #4005

    Los germinados son muy fáciles de hacer. Se necesita:
    – Germinador o un recipiente de cristal.
    – Semillas.
    – Agua.

    Preparación:
    • Preparados en un recipiente de cristal y una gasa o paño de algodón.
    – Colocamos la semilla elegida en el recipiente de cristal, cubrimos de agua con el doble, o triple de su volumen para las leguminosas.
    – Dejamos en remojo durante la noche.
    – De mañana lavar, escurrir, cubrir con la gasa y colocarlo en un lugar oscuro y algo cálido.
    Es preferible colocarlo boca abajo, para que siga escurriendo por completo.
    Y sobre todo para las semillas más pequeñas, podemos acomodar los granos a lo largo de la pared del frasco.
    – Cada día se vuelven a lavar, escurrir, tapar y voltear, 2-3 veces al día.
    Si hay mucho calor y humedad, enjuagar con más frecuencia para mantener el frescor.
    – Hasta que empiecen a germinar, que tardarán de 3 a 5 días, y luego llegaría con un mojado de enjuague y escurrido diario.
    – Dejar que alcancen de 1 a 2 centímetros. Después los colocamos a la luz, solar, un par de horas es suficiente, para que tomen el color verde con sus propiedades, las hojas.
    – Cuando tengan el tamaño y el color que deseamos los guardamos en el frigorífico.

    Observaciones:
    – En este proceso, percibimos como las semillas despiertan y se activan, abren, se transforman, se aligeran y estiran, se renuevan y crecen. Esa es su energía y nos la aportan, centrífuga como la del momento primaveral. También, contrarrestando los efectos del cambio climático nos van a refrescar al interior. Se hace evidente ese aporte de frescura ¿verdad?
    – Las semillas de alfalfa son las más rápidas en germinar, las leguminosas son las más lentas.
    – Lo mejor es comer los germinados crudos. Algunos tienen más dificultad de digestibilidad, por lo tanto hay que masticarlos más y así también los saboreamos mejor. Se les puede dar un hervor, sabiendo que la cocción termina por quedarse con una gran parte de su valor nutricional, sobre todo si se fuesen a añadir a algún plato en la cena.
    – Se comen por entero, incluyendo las raíces, cáscaras y hojas. Si queremos desprenderle la cáscara exterior, cubrimos los brotes con agua y estas ya flotan para recogerlas con facilidad.
    – Se pueden comer solos, añadir a ensaladas, salteados, sopas… También pueden mezclarse en cremas y compotas, guarniciones, salsas y aderezos.
    – Al estar vivos aguantan guardados en el refrigerador, incluso dos semanas. Hay que vigilarlos, de todos modos, porque tienden a volverse rancios, lo mejor es hacerlos con más frecuencia.
    – Los estoy haciendo con las leguminosas tiernas, recién recogidas de la huerta y sacadas de sus vainas y sin necesidad del remojo de la noche. Una gozada…
    – Y utilizo para el remojo de las semillas el agua que reservo de haber remojado las algas, aportando así, a mayores, sus sales minerales.
    Bueno, siempre investigando y buscando la manera de incorporar el recurso que ofrece las propiedades de las algas y su energía, ya que son aliadas a tener en cuenta a diario en la alimentación para el cambio climático.

    Gracias Jinjer. Saludos totalmente primaverales desde Galicia, calidez y humedad, disfrutando hoy de la lluvia.

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