Agotamiento profundo

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  • #776
    Maria Angeles
    Participante

    Hola buenas tardes:

    Ayer tuve el honor de conocer a Olga y ella me dio a conocer este sistema sanador. La comenté que llevo bastante tiempo con un agotamiento energético fuera de lo común, avalado por 2 médicos, con la sensación de no recuperar fuerzas. Me siento cansada, a pesar de dormir profundamente, tengo alergía desde hace varios años a la cupresáceas, me siento totalmente cargados los pulmones, la circulación de la sangre no es buena y tengo piernas cansadas y siento mucha presión en los riñones.
    Olga me sugirió que contara lo que me pasa para que José María intentase ayudarme, ya que mi ánimo no es muy bueno, tengo síntomas depresivos y no encuentro la salida a este estado del que llevo bastantes años.
    A esto a veces le acompaña una sensación de auténtico congelamiento interno que me hace mucho daño, duele, y me produce mucho desasosiego e infelicidad.
    Olga comentó que me ayudaría mucho el tema de las duchas pero no sé como hacerlo, no sé si hay solución a esto con vuestro tratamiento.

    Muchas gracias

    Maria Angeles

    #777
    jinjer
    Superadministrador

    Hola Maria Angeles
    Acepta primero esta respuesta rápida. Con más tiempo te prometemos profundizar en el tema para tí y para todos los visitantes de esta web interesados en el tema.
    Te rogamos vayas a la sección Tratamientos, apartado Tratamientos Específicos y busques “Cansancio”. Las cláves básicas las tienes ahí.
    Como queda prometido, trataremos de darte nuestro punto de vista sobre tu caso que, evidentemente, va algo más allá del cansancio.
    Hasta pronto

    #788
    jinjer
    Superadministrador

    En nuestra respuesta rápida te remitíamos a que consultaras nuestro enfoque sobre el Cansancio en la Sección Tratamientos.
    Recuerdo cuando yo corría medios maratones en Barcelona. Cuando llevaba 5 kilómetros estaba cansado, cuando iba por los 10, ya comenzaban a tensarse los músculos y me sentía pesado. Al terminar los 15 kilómetros, estaba profundamente “agotado”. Además, yo he sido montañero y el correr no era mi especialidad deportiva.
    Así pues, primero comenzamos por estar cansados y cuando ese cansancio es crónico y va en aumento caemos en el agotamiento profundo.
    Pongamos otro ejemplo para tratar de comprender mejor. Imaginemos que una persona con las piernas pesadas y cansadas, se da una ducha fría en las piernas o sencillamente se aplica crema Balsámica a piel húmeda. El alivio del cansancio es casi inmediato y se sentirá ligera y animosa. No hemos quitado ni un gramo de peso en las piernas. Lo que hemos sacado es calor. Dado que, desde física, el calor es análogo a tensión, hemos liberado a las piernas de la tensión o energía negativa que tenían. Así que no pesan tanto los años, ni los kilos… lo que más pesan y cansan son las tensiones.

    En principio se piensa que cuando nos sentimos cansados es porque no tenemos energía.
    De igual manera que cuando nos sentimos frioleros es porque no tenemos calor.
    Desde nuestra percepción termodinámica de las alteraciones lo vemos de diferente manera.
    Cuando estamos agotados es porque llevamos demasiado tiempo cansados por el fardo de tensiones que llevamos a cuestas durante mucho tiempo. La “energía natural” del sistema está “aplastada” por la tensión negativa que soporta.
    Cuando nos sentimos frioleros, tenemos frío en el exterior, pero tenemos en el interior la misma cantidad de calor que de frío sentimos en el exterior.

    Hay muchos factores que inciden en la disminución general de la energía positiva y natural en los humanos.
    Primeramente, el Sol está enviando a la Tierra cada vez una radiación de mayor intensidad. Los ciclos de los 11 años del Sol están siendo cada vez más intensos y el actual que estamos viviendo, el número 24, desde la observación de sus satélites, la NASA ha advertido que será entre un 30 y un 50 % más intenso.
    Al recibir más cantidad de radiación del Sol, el planeta y todo cuanto vive en él recibe una sobreestimulación energética, aumenta su excitación, su aceleración, estrés y, por lo tanto, se recalienta más.
    Desde otro punto de vista, nuestra superaceleración desde mediados del siglo pasado y nuestra hiperaceleración desde comienzos de este siglo aumentan igualmente el calentamiento del medio ambiente interno.
    Con los hábitos del bienestar y el consumismo, al igual que llevamos consumidos gran parte de los recursos que el planeta había atesorado durante 4.500 millones de años, los humanos también hemos consumido gran parte del capital de salud y fortaleza que 40.000 generaciones de antepasados habían forjado con montañas de esfuerzo y sufrimiento.
    La alimentación actual, desde la invasión de la química después de la segunda guerra mundial sobrecarga también nuestros hígados. El hígado controla al sistema nervioso y también este factor ayuda a la sobrecarga de tensión negativa.
    Por otra parte, nuestra alimentación gaseosa, la respiración, cada vez es más deficiente en calidad (por la contaminación atmosférica) y en cantidad, porque respiramos como pajarillos.
    La perdida del contacto con “la tierra” en nuestras sociedades urbanitas es otro factor.
    Para ponerlo en el otro extremo, muchos de nuestros abuelos anduvieron mucho tiempo descalzos. El meridiano de la Vejiga, el “basurero energético del sistema” termina en el dedo meñique del pie. Cuando andamos descalzos es como si descargáramos nuestras tensiones por esa “toma de tierra” que era nuestro caminar descalzos mientras, a la vez, nos cargábamos con la “energía de la Tierra”. El asfalto y el calzado nos aíslan, impiden la descarga de energía negativa y nuestra carga de energía positiva.
    Desde el punto de vista estacional, la primavera es la estación de la sobreestimulación energética y de la aceleración. El hígado es el órgano más estimulado y por lo tanto hay más facilidad para que nuestro sistema nervioso esté más cargado y tenso y nos sintamos más cansados.

    En fin, el cuadro que describes es una especie de prototipo de Efecto Invernadero Interno. Es decir, calor y contaminación reconcentrados hacia el interior. Y así, sientes el frío en el exterior. Y cuando sientes “congelamiento interno” es porque tu energía y tu calor están tan reconcentrados en tu interior que ni los sientes.
    Por otra parte, las alergías (ver Sección tratamientos de esta web > Tratamientos específicos > Alergias) son una manifestación de la contaminación interna. El cuerpo aprovecha a los factores alergénicos para limpiarse y a eso lo llamamos enfermedad.

    Para no extendernos, te pasamos nuestras sugerencias.
    – Alimentación para el Cambio Climático con especial cuidado con los alimentos calentadores (ver en esta web) y los estimulantes. Masticar mucho todo.
    – No olvidar la alimentación gaseosa, la respiración. El oxígeno es el comburente sin el cual no es posible la generación de energía positiva. Trata de respirar profundamente cada segundo del día.
    – Hacer Ejercicio termorregulador (ver en Tratamientos) con crema Balsámica que es la que más activa la circulación. Ahora vamos para tiempos de calor. Cada vez que llegues a casa, humedece las piernas y date un poquito de crema Balsámica. Y cuando llegue el verano, cambia la Balsámica por la crema Aliento Polar. Ten en cuenta de que, cuando hagas Termorregulación activa, por tu Efecto Invernadero Interno, te costará calentar al principio. Abrígate mucho al hacer ejercicio. Poco a poco calentarás con mayor facilidad para poder darte la aplicación de la ducha fría.
    – Para la alergia, si haces Ejercicio Termorregulador y sigues las anteriores sugerencias, te desaparecerá la alergia como ha sucedido en tantos casos.
    – La presión en los riñones. Los riñones son energía “agua”. Cuando hay exceso de “fuego”, calor, hay defecto de agua. Los riñones son las baterías de nuestro sistema. Es natural que en tu situación estén “flojos” y “descargados” (ver también respuesta de Jinjer a “Problemas con los riñones” en este mismo foro.
    – En cuanto a infusiones, te recomendaríamos 3 infusiones al día de una mezcla de Ortiga verde, Cola de caballo y Sanguinaria.

    Que el temple sea tu compañero de viaje por la vida; que no te entregues sino que luches; que la constancia y el propósito inflexible de “levantarte y luchar” sean la sombra de la que no te puedas separar y entonces… la fuerza y tu energía natural renacerán en ti!

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