Acertijo: ¿querer es poder?

Home Foros Foro Escuela Jinjer Acertijo: ¿querer es poder?

Viendo 11 entradas - de la 1 a la 11 (de un total de 11)
  • Autor
    Entradas
  • #2767

    Acabo de llegar ya que estuve unos días fuera, tuve mucha suerte de estar a solas con Joan, y eso es bueno para entenderse uno mismo un poquito más.
    Debido a una persona muy cercana a mi que se niega a salir adelante, y hablando con algunos compañeros del Equipo Jinjer sobre situaciones similares, me vino a la memoria un antiguo acertijo de Jinjer que voy a poner para todos, y así entre todos podemos dar un poco mas de luz, a nosotros mismos, y a cuantos nos rodean:

    ¿Cómo es, que sabiendo lo que tenemos que hacer, no lo hacemos?.

    Joan

    #2775

    Hola Joan, forer@s,

    ¡Qué bueno que viniste, con tu guapa energía trayéndonos temas nuevos y ancianos!

    Brevemente mi sentir sobre el acertijo que planteas, en orden de más a menos importante.
    “¿Cómo es, que sabiendo lo que tenemos que hacer, no lo hacemos?”

    1.- Seguimos la ley de la inercia, que nos impide cambios nuevos, ir hacia adelante, evolucionar (hacia lo que de verdad somos). Nos cegamos ante lo evidente: la necesidad de cambios positivos ya.

    2.- La presión individual o centrípeta cada día es más fuerte. Cada uno a lo suyo, “sálvese quien pueda!”

    3.- Tendencia a la dispersión, a no concentrarnos adecuadamente en un objetivo cada vez, queriendo abarcar demasiado, derrochando tiempo, energía, salud, dinero.

    4.-Pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo.

    5.- Seguimos la querencia a la comodidad, relacionado con punto 1.

    6.- El temor al fracaso, a veces también al ‘qué dirán’.

    En cuanto a “querer es poder” queda claro en la teoría, en la práctica cuesta esfuerzos. Habremos de vencer la inercia, nuestras querencias, esa centrípeta imperante, no creernos inmortales, y atrever a equivocarnos.

    Paso palabra,
    Saludos cariñosos, y mucha fuerza ante lo que no depende de nosotros.

    Carmen

    #2776

    Hay los quieren y los que pueden. Quizás desde siempre tuvieron la llamada en su corazón.
    Hay los quieren y los que no pueden. Quizás les falte la habilidad de fondo.
    Hay los que no quieren, y pueden. Quizás esos no tienen perdón de Dios.
    Hay quien no puede, y no quiere. Quizás lo más prudente sea una retirada en toda regla.

    Hay los que pueden y no quieren, y eso es lo terrible, se niegan a si mismos, racionalizaciones de la mente para eludir el gran compromiso con la vida, para esquivar la entera responsabilidad para con uno mismo, una total irresponsabilidad para con su propia vida, pero la pregunta es inevitable, ¿por qué no quiere?, ¿por qué se niega a vivir con alegría? ¿Tan grande es su frustración que lo que uno desea es un lento y agonizante morir?. ¿Tendremos que hacer caso a los psicoanalistas cuando nos señalan frustraciones e impotencias que nos bloquean a vivir, a amar, a ser?.
    En ambos casos, no querer, no poder, existe un obstáculo, como muy bien nos ha explicado Carmen, un terrible efecto invernadero, que le comprime y centrípeta impidiéndole salir e ir mas allá de su propio cascaron, atraído por su propio agujero negro que lo aniquila e imposibilita, que lo hace completamente inconsciente de si mismo y del otro que le tiende la mano. ¿Qué hacer?, desgraciadamente nada. Sencillamente, tiro la toalla, y que se las componga con su miedo, cobardía, abandono, desinterés, apatía, dejadez, desidia, indiferencia, castrado emocionalmente se auto desprecia lleno de autocompasión, que incluso el ser despiadadamente amoroso, le deja frío e inerte. Uno se da al otro con suma paciencia, con respeto, amorosamente, y…, por lo menos yo, no llego a entender, ¿será un “trastorno genético”?. ¿Por qué tanto desprecio hacia si mismo, y ese odio suicida?. El que no puede, si su querer es sincero, te escuchara, pero, ¿qué decirle al que no quiere escucharte?. En la pregunta esta la respuesta: Nada.
    Pero aun así, permitirme perseverar para poder formular mi otra pregunta, mas orientada en el que se encuentra entre el sí y el no quiero, ¿hasta que punto puede depender del otro?, en molestarse en averiguar que le pasa, conocer íntimamente sus miedos, sus tragedias, y así, desde ese saber, poder manifestarse con solidez, claridad, fuerza, con simpatía, carisma, empatía, de saber seducir con gancho, saber motivar, saber utilizar estrategias incluidas las del engaño.
    Se me ocurre, y no quisiera caer en el sentimentalismo fatuo y en consuelo vano, que fastidia mas que arregla, quizás falte ese contacto más que intelectual, de ese contacto emocional, de mayor acercamiento, de mayor intimidad, de saber llegar al sustrato afectivo de la personalidad del otro, de una mayor comprensión y amigabilidad, quizás les falte esa sonrisa de corazón que nunca tuvieron, ese abrazo tierno que nunca le dieron, que lo arranque de los brazos del mismo infierno.

    En el decir de muchos psicólogos, menos prozac, y mas tomarse la vida lúdicamente, por supuesto, con la seriedad pertinente. Recuerdo un amigo de juventud que siempre me decía: ¿Qué quieres que te diga que tú no sepas?. ¿Por qué seguir preguntado respuestas que ya conocemos de antemano?.Quizás, tenga y tengamos que encontrar y buscar nuevas formas distintas de expresión, nuevas maneras de explicarnos, nuevas formas de comunicación, de mayor convivencia entre unos y otros, de mayor contacto de tu a tu, nuevas palabras, nuevos enfoques. Es cierto que muchas veces, un tono de voz, una palabra muy concreta, una frase expresada de otra forma, en el momento apropiado, en el lugar adecuado, con la intensidad debida, más humorística, más seria, más irónica, mas seca, más tajante, más simpática, mas bestia y salvaje le puede dar un latigazo de comprensión.
    Y en eso estoy, ¿Cómo poder llegar al otro, como decirlo para que reaccione?.
    Se que depende mucho del otro, pero de alguna manera de mi pericia, de mi capacidad de saber seducir al otro, de saber entrar, de saber contactar, seguro que algo podré hacer, no quiero cerrar la puerta del todo, debe de haber un modo de poder lograr superar dicha situación, y que dependerá en cierta medida de alguien con ese don especial, que dicha persona tenga la suerte de hallar en su vida.

    Me exprese libremente, me deje llevar por una recalcitrante tozudez de encontrar nuevas formas de comunicación de llegar al otro. Lleve mi discurso por otros derroteros, quizás tan impotentes como el que se niega a sí mismo a vivir una vida mas alegre y en definitiva, mas divertida dentro de la realidad que le ha tocado vivir.
    Por eso os pido vuestras criticas mas sinceras, mas honestas, simplemente las necesito, sin olvidar el acertijo de base, y esa otro, ¿Cómo poder llegar al otro, para que reaccione?.Quizás, sea yo ahora el que no quiera ver.

    Siento no haber respondido mi propio acertijo, pero seguro que todos conocemos y todos tenemos al lado alguien que nos saca de quicio, considero la peripatética iniciada de sumo interés.

    Gracias

    Joan

    #2777
    Anónimo
    Invitado

    Hola a todos!!
    Explico un poco lo que pienso sobre el tema a través de mi experiencia…
    Con 14 años me afilié al Partido Comunista con la voluntad de cambiar el mundo. Fuera o no una buena alternativa, a mi me parecía la mejor. Deseaba fervientemente que los trabajadores gozaran de más derechos, que los jóvenes esperáramos un mejor futuro, que se dedicara más dinero a la cultura… Pasaron cuatro años de mi vida luchando por los demás y, en ese tiempo me di cuenta que mis “compañeros trabajadores” se compraban coches carísimos y hacían horas extras por ambición, entre manifestación y manifestación. Que los jóvenes no estaban interesados por nada absolutamente y vivían de esos trabajadores ambiciosos que eran sus padres. Y que la cultura no se pide, se hace!

    Así que me marché con las cosas claras y pensé: Como quiero cambiar el mundo si no me he cambiado a mí mismo? Esto es una centrífuga en toda regla!!
    Con todo este royo quería expresar que la mejor manera de convencer a alguien de que tu postura es adecuada, que las cosas pueden cambiar… es cambiando uno mismo. Es haciéndolo, es que vean con sus propios ojos que esto es real, que es posible; que si yo pude, tu también puedes.
    Yo, por supuesto, no he llegado a eso ni mucho menos y sí he pecado de intentar convencer (nuevamente) a personas para que se apunten al carro.
    Intuyo que esto que expresas te toca de una manera especial, Joan… y yo te digo, des de mi humilde posición de hermano pequeño, que ahora es cuando más fuerza debes dedicarte a ti mismo para poder iluminar el camino a otros.
    Un abrazo!

    #2778
    Anónimo
    Invitado

    Por cierto, de mi antiguo pensar prosoviético viene el apodo de Alexei, Álex en ruso.jeje

    #2779

    Gracias Carmen:
    Todo lo que has dicho es cierto y son factores externos, influencias energéticas actuales, que conociéndolas fácilmente se perciben a través de nuestra relación con el medio y con el otro.
    Y dices por último que “no depende de nosotros”, pues pienso, que eso será si queremos librarnos de toda responsabilidad, porque es fácil ver afuera y… Lo que de verdad nos cuesta es ver hacia dentro.
    ¿Qué estoy haciendo yo… para no llegar a…? ¿Qué tengo que me lo impide?

    “¿Cómo es, que sabiendo lo que tenemos que hacer, no lo hacemos?” Independientemente de ser conocedores de las energías del momento actual y utilizarlo como una poderosa ventaja, no como una inútil justificación?
    ¿Quién te dice lo que “tienes que hacer”?
    Eso que sabes que “tienes que hacer” lo sabe tu mente. ¿No es también la mente una gran manipuladora?

    Para mí, en lo más interno de nosotros está la respuesta. Hay un sentir profundo, algo oculto, que no se confunde y te guía. Para conseguirlo hay que pasar antes por la parte oscura de uno mismo y sin temor reconocerla, superarla y ya! Y este no es un proceso fácil.

    Cuando hay un impulso que surge de mi interior, inexplicable, y lo sigo con seguridad, es cuando todo se da, con o sin esfuerzo, se sigue el camino propio, sigue el curso del río y no hay dificultades que impidan avanzar, salvando sabia y valientemente las que se encuentran, se recupera uno de nuevo y se regresa al fluir.
    ¿Nunca habéis sentido vivir contra corriente? Yo sí, y no se me olvidará ese sentir, ni el fuerte proceso y el duro aprendizaje que deja.

    Yo siento que el curso de mi río de la vida es diferente de todos los demás, lo que es para mí no tiene que ser también para el otro. Como puedo yo… si voy descubriendo y tomando decisiones en el mío a cada instante…conocer de antemano el del otro y “decidir” por él?
    Para ti Joan, y en una corriente similar a la de Alexei, en este tema tan delicado, me viene que podamos ser compañeros de camino, estar cerca y mostrar el fluir de nuestro río. Dejarle sentir su energía vital y si conecta con lo que hay vibrará como nosotros y se acercará, le atraerá. Si no, lo siento, la distancia cada vez será mayor y la tendremos que respetar y solo queda aceptar su propia decisión.
    Aún que luches contra el problema, la voluntad de la persona es más fuerte y hasta a veces la persona ni si quiera es consciente de su propia y profunda voluntad ni a donde le lleva.
    Quizá, mejor practicar el no hacer, hacia el otro, respetar la dirección de su impulso, y esperar a que se acerque cuando se sienta preparado, cuando quiera. “querer es poder” – “hacer es poder”

    Joan, para mí también el entorno cambia cuando cambias tú. Y uno siempre tiene algo que cambiar para…

    Gracias, porque con cada colaboración se disfruta de la variedad del sentir.
    Gracias, por el momento que me he tomado de reflexión sobre el tema. Si hay que pasarlo por claves y nombrar leyes, como acertijo, para aprender más se hará.
    Un abrazo.

    Margarita

    #2781

    Hola forer@s, Margarita, Alexei, Joan, Jinjer,…

    Gracias por aportar, compartir.

    Joan, qué mejor que una duchita fría (emocional en este caso), para que reaccione la persona. Cuanto más nos acercamos mostrando nuestra preocupación, dolor, cariño, más se enfrían, más se enquista su calor. Más despiadados se vuelven, sabiendo que nos tienen cogidos por ‘lo más’ nuestro amor sin condiciones.

    Enfriándonos nosotros, “cambiarse uno mismo” en palabras de Alexei, ‘verse a uno mismo’, en las de Margarita, cambiamos la situación. Cogemos la sartén por el mango.

    Como dijo un buen amigo: “Quizás el problema no está en … , quizás,… esté en tí, y esté en mí.” Al alejarnos emocionalmente de la situación veremos con mayor claridad. No crees? Conseguiremos la Re-acción, si hemos seguido los pasos adecuadamente: estimulación exterior, calentamiento, aplicación de frío -varios contrastes- y Re-acción. Es tarea ardua y hermosa.

    Abrazos y buen finde!

    #2783
    Anónimo
    Invitado

    Hola Joan, saludos a todos.

    La vida en ocasiones nos pone ante situaciones difíciles, como en este caso; alguien querido que padece una enfermedad considerable y al que nosotros queremos ayudar, pero nos encontramos con su rechazo, no hace caso de la salida que le ofrecemos.
    De hay surge la pregunta:¿Cómo es que sabiendo lo que tiene que hacer, no lo hace?

    Se, y lo se por propia experiencia lo duro que es mantenerse al margen, no interferir y aún así, estar cerca de esa persona a la que uno quiere, y precisamente porque la quiere, la respeta y cree en ella, suceda lo que suceda.

    Joan, me parece tremendamente difícil salir de una espiral autodestructiva, porque aunque la persona implicada quiera salir de ella, necesitará contar con la energía y el estimulo suficiente para “poder” realizar la proeza de impulsarse hacía arriba y salir del agujero en el que se encuentra. No vale que nosotros la agarremos de un brazo y tiremos de ella forzando la situación ya que se trata del proceso vital de esa persona, y eso lo entiendo como sagrado.

    Podrá dolernos que no sigua las pautas que le indicamos en nuestro intento por serle de utilidad y ayudarle, pero si de verdad le queremos es obligado que respetemos su proceso y que a pesar de todo creamos en el o ella y en su destino. Que sepa que estamos ahí, cerca, dispuestos a ayudar, pero sólo cuando nos lo pida. Recuerda, que si alguien quiere ser ayudado tiene que pedirlo, de lo contrario no sirve de nada.

    Estos momentos de crisis vitales los entiendo como tránsitos depurativos en los que se han de revisar viejos patrones, reconciliarnos con nosotros mismos, e incluso, sanar enfermedades del alma… La sanación puede estar ahí, a su alcance, pero será ella quien tenga que tener la fuerza suficiente para extender su mano y agarrarse a ella.

    Ánimo y sutileza.
    Africa.

    #2784

    Buenas madrugadas amigos y amigas termorreguladores, saludos Jinjer:

    Primero muchísimas gracias, por ayudarme a ver con mayor claridad.
    A veces te empecinas en algo, te obcecas, y es cuando dejas de ver, muchas veces las cosas se ven mejor a la distancia, porque dentro del cerco es imposible. Es como ponerte la palma de la mano frente y tocando la nariz, careces de visión, la mano se desfigura, y así perdemos perspectiva de conjunto.
    Muchas veces a la inversa se ven mejor las cosas, uno mismo no ve la solución, pero si imagino que alguien me pregunta lo mismo que yo no se resolver en mí, suele ocurrir con frecuencia que sabes que decir. Es mas fácil verlo en el otro que en uno mismo, uno sabe que decirle al otro pero no a si mismo. Consejos tengo, mas no para mí.

    También es cierto lo que dice Alexei, “eso es una centrifuga en toda regla”, una clara evasión de mi mismo a través del otro. Mientras me preocupo por el otro, no me ocupo de mí. Gracias. (Coño, que te doblo en edad, con más experiencia que tú ). Doblemente gracias, una lección de humildad.
    “Ahora es cuando más fuerza debes dedicarte a ti mismo para poder iluminar el camino a otros”. Muy bien dicho joven Skywalker, me ha llegado profundamente.

    “Lo que de verdad nos cuesta es ver hacia dentro”, Laflordeagua, tu me has tocado la fibra, porque “verse a uno mismo”, en esos momentos, viendo dentro de mí, y viendo lo que se avecina, es algo mas que temblor, por eso me resisto, no quiero ver, y me niego yo mismo, gracias por hacerme ver mis propias palabras en mi propio escrito.

    Si, eso es justo lo que necesito yo Carmen, una ducha bien fría en mi plano emocional, el problema es mío no del otro, y la tarea es ardua, hermosa y liberadora, gracias por tus palabras y explicación analógica, tus palabras tienen profundidad y me llegan, me tocan.

    Recordando a Jinjer, “partir de… para llegar a….” , recorrer mi camino con impecabilidad, con firmeza, sin caer en un sentimentalismo de enganche emocional que me traiciona, así solo perderé energía, desgastare inútilmente mi fuerza, debilitándome, y tenerlo claro,y tener muy presente “sólo cuando me lo pida, de lo contrario no sirve de nada”, “revisare mis viejos patrones, para reconciliarme conmigo mismo”, gracias África, es difícil ver como alguien a quien quieres se deteriora, pero es la lección que necesito en esos momentos, saber desprenderme, y dar ese paso liberador “para llegar a….”

    Un fuerte saludo:
    Joan

    #2818
    Anónimo
    Invitado

    Hola forer@s.Hola Joan.

    Sabed que os sigo atentamente, hoy me asomo por segunda vez.

    Querer es poder. Si no quiero, no puedo.
    Querer dejar de fumar,
    querer seguir esa dieta que necesito,
    querer hacer ese ejercicio diario,
    querer ser más disciplinado,
    querer ser menos disciplinado a veces,
    querer tener ese entusiasmo vital que tiene mi compañero,
    ¿Por qué yo no puedo?,
    querer valorar lo que tengo y a quienes tengo,y me estiman,
    querer cuidarme.
    Querer quererme.
    Parece ser a veces, debilidad, rebeldía, y a veces testarudez.
    ¿Qué se esconde detrás de un testarudo?
    Calentamiento interno y cerebro frito, sin duda.
    La mentira, creo que también está presente, y, detrás de ella los miedos varios.
    Se trasluce la pereza emocional y física, que evidencia falta de energía.
    Esto debilita tanto que la corriente del río Apatia te va llevando sinuosamente y,
    recuperar la fuerza para remar contracorriente flaquea, por lo que es más cómodo
    dejarte llevar y ver el paisaje.

    Yo lo percibo como depresión, para la que el Método Jinjer nos da el cauce de acción.

    Por otro lado: — sé lo que tengo que hacer, pero no lo quiero hacer ¿vale?
    ¿Que problema hay?

    ¿Podemos aceptar esto?

    Rosae

    #2878
    jinjer
    Superadministrador

    Hola forer@s

    Como siempre, la ayuda de la etimología y significado de las palabras en origen.

    Querer: del latín, “quarere”, que significa, tratar de obtener, desear, apetecer, pretender, intentar…

    Poder: dominio, imperio, facultad y jurisdicción que uno tiene para mandar o ejecutar algo. Desde otro punto de vista, poder implica poseer la potencialidad y libertad para hacer algo.

    Algunos veteranos ya habrán oído a Jinjer la frase que entiende como realista:
    Querer es poder, cuando el querer está dentro del poder.

    Otra cuestión es que en muchas ocasiones no sabemos lo que podemos hacer hasta que tenemos que hacerlo obligados por “la señora necesidad”.

    Y otra cuestión la de que nunca tenemos poder para hacer lo que tendríamos que hacer. El poder para hacer algo nos lo da el hacerlo.

    El poder tiene una relación íntima con la voluntad. Y la voluntad depende energéticamente de los riñones. Los riñones tienen “energía agua” y hoy hay exceso de “fuego” y defecto de “agua” por lo que lo que antes se llamaba “fuerza de voluntad” anda un poco flojo.

    Como siempre, a cuidar los riñones como “depósito de nuestro poder”, para que la voluntad pueda usarlo cuando lo necesitemos.

Viendo 11 entradas - de la 1 a la 11 (de un total de 11)
  • Debes estar registrado para responder a este debate.