Hola Vity, Jinjer, forer@s
Nuestra común amiga Isi tiene muchas anécdotas que contarnos sobre el uso de la crema Aliento Polar, recuerdo una; un día de concierto con sus hijas, a pleno sol, el desvanecimiento de una amiga de su hija y gracias a que llevaba la crema en el bolso, se la aplicó y como nueva.
Hay quién lleva aspirinas en el bolso, nosotras llevamos nuestro Aliento Polar, nunca se sabe cuando podemos necesitarlo.
Hoy mismo acabo de enviar por correo urgente un tarro a una mujer que vive en un pueblecito de Mallorca, vecina de una buena amiga. Esta me llamaba para pedirme por favor que se la enviará porque se le había terminado la que tenía, y tenía el brazo inflamadísimo y con mucho dolor. Esto se debe a que en ese brazo le extirpación los ganglios de la axila, por un cáncer de mama que tuvo. Un buen día, mi amiga se lo dio a probar con un buen masajito y desde entonces es su gran alivio.
Cuando le dije que claro que si, que se lo enviaba me dijo: “ahora mismo voy a decírselo, se va poner contentísima”.
Ya veis que cosa tan tonta parece, que alguien se ponga tan contenta por un bote de crema… Pero, hay en esta gestión un añadido, algo imperceptible para la mayoría; el sentimiento de cariño que ha circulado entre nosotras tres.
Aunque es en otro apartado donde hablamos de los sentimientos, aprovecho este ejemplo para que veamos en que pequeños detalles puede vibrar nuestra “fibra sensible” y expresar así el afecto, cariño, ternura, compasión, etc.
En fin, no puedo (ni quiero) disimular que soy una sentimental!