Hola Yolis,
Me ha alegrado mucho leer tu caso, ya que yo tuve un ezcema, en cara, que me produjo mucho dolor y desazón.
Tuve la suerte de poder tratarme con Termorregulación y aprender técnicas físicas, emocionales y mentales, para desde la alimentación, sobretodo desde el ejercicio y los hábitos del Método Jinjer eliminarlo. La piel regeneraba en dos días haciendo tratamiento intensivo y en 10 días en tratamiento lento.
El ezcema responde, además de al físico, al plano emocional y a veces al mental también. Hemos de enfrentarnos a nuestros propios miedos, emociones negativas, y transformar esas emociones negativas en positivas, para poder controlar el ezcema, que no es otra cosa que falta de quererse uno mismo, y ‘mal tratarse’. También es falta de contacto entre nuestro mundo interior y el exterior, ya que la piel recubre nuestro mundo interior y lo relaciona – lo pone en contacto directo- con el exterior (los demás).
Gracias a que la Cosmética Jinjer, está diseñada específicamente para ‘el calor’, y para ‘mimar’ la piel positivamente (por su gran componente en agua, y en excipientes de plantas calmantes, regeneradoras, neutralizadoras del calor), pude aplicarme, en cara y cuerpo, las cremas Jinjer. De hecho gracias a ellas, mi piel se calmaba, regeneraba, refrescaba, fortalecía antes. Es cierto que además usé la técnica que tú mencionas, de dejar la piel al aire, para que ella misma se re-compusiera y respirara. Y del sol, del viento, …, resguardarse y no exponerse a ellos.
Habría que explicar que el agua lo echamos en el cuerpo y cara para eliminar el problema y que, con nuestro sistema, aprendiendo a usar las aplicaciones de contraste en cadena, intensificábamos la recuperación del ezcema. Es cierto, que en primera fase del ezcema el agua directa no era adecuada localmente, sí en el resto del cuerpo. Era de hecho, lo que más lo calmaba. Y con mucho ‘amor’ secar suavemente como tú dices.
Quizás en estos casos, además de la recuperación, lo importante es que, con los hábitos termorreguladores, comida refrescante, y ejercicio con el Método Jinjer… conseguimos que el ezcema no se repita.
Gracias de nuevo por compartir con nosotros tu experiencia, la estudiaremos con detenimiento.
Has encontrado un sistema, que bien usado, puede servirte para mantenimiento y que el ezcema no vuelva a repetirse.
‘Más vale prevenir que curar’. El Método Jinjer, es preventivo, además de ‘limpiador’ de la piel y del cuerpo por dentro.
Con cariño
Carmen