Durante veinte años he tenido intensos dolores de cabeza , tratándolos con todo tipo de terapias y tratamientos; después de la medicina tradicional, masajes, acupuntura, alimentación vegetariana… sin desaparecer, llegando, en momentos, a agudizarse tanto, que he tenido que tomar hasta cinco ampollas de Nolotil al día, terminando en la cama dos días de lo agotada que me quedaba.
Siendo profesora de yoga no entendía como no se calmaba con todo lo que hacía. Sí que aminoraba con los diferentes tratamientos, pero nunca llegaba a desaparecer.
En el año 96 conocí a José María en el balneario de Lugo y con él, el método Jinjer.
Me quedé asombrada cuando me dijo que asociara el dolor con el calor, cualquier tipo de dolor, sin importar si migrañas o jaquecas. A partir de este momento cambió mi vida gracias a la termorregulación. Solamente con la práctica de un mes había desaparecido la intensidad y la frecuencia del dolor. La crema Aliento Polar es, ha sido y será imprescindible en mí, día a día y os la recomiendo. En un caso como el mío en piernas, brazos y en la zona dorsal, en general para sacar calor y para refrescarse.
Hoy en día y a raíz de esto, toda la gente en mi entorno, familiares, amigos, mis alumnos de yoga, practican la termorregulación y se lo recomiendo a todo el que me encuentro, por ser un sistema preventivo, eficaz y económico que sirve para todos.
Mi agradecimiento a José María por su trabajo de investigación y dedicación.
Saludos
Luz