Hola Santi
Te felicito por tu sinceridad y por tu decisión en relación a los porros.
Recuerdo una reunión de amigos; algunos fumaron porros. Una mujer joven tras el primer porro, al levantarse de la mesa le sentí tambalearse. Me dio el tiempo justo para levantarme y cogerla antes de desplomarse al suelo. Mientras yo sostenía su cuerpo casi “muerto” y le hablaba imperativamente con mi mirada clavada en sus ojos medio desvanecidos, le dije a su asustado novio que le bajara los pantalones hasta los tobillos y le mojara las piernas sin cesar con agua fría y Aliento Polar. Nos costó casi cinco minutos hasta que recuperó cierta normalidad y pudo sostenerse por sí misma.
Como tantas otras drogas, desde Clave Ternario, estimula el cerebro anterior, por eso la sensación de “colocado” y de que la vida es bella y ancha es Castilla; inhibe el cerebro posterior, por eso, como tantas otras drogas, hace olvidar las penas y, como tu dices, destroza la memoria y nos induce a olvidar nuestro pasado y nuestro origen; y dispersa el cerebro central, por eso destroza la concentración y la voluntad y nos induce a que nuestros objetivos se difuminen y se disipen.
Querer es poder, tan sólo cuando el querer está dentro del poder. Por ejemplo no puedo ir andando a la Luna porque ese querer no está dentro de mi poder.
En cuanto a las cosas que están dentro de nuestro poder, nunca tenemos el poder para hacerlas como no teníamos poder para el primer acto de nuestra vida, el nacer. En estos casos, el hacer las cosas nos da el poder para hacerlas.
Y, por una larga experiencia tratando drogadictos, es preciso crear las circunstancias para favorecer el que los hechos se produzcan. Y la primera, sobre todo al principio, es salir del medio, lugares y relaciones con las que se acostumbra a practicar la adicción.
En Breve colgaremos un pequeño estudio sobre la diabetes para contestarte sobre el tema y para que los estudiosos tengan otra ficha sobre un tema visto desde el MJ.