Home › Foros › Cuestiones generales › ¿Quién se apunta a una “quedada” termorreguladora? › La Quedada en Aguaviva (2ª parte)
Día 2 (sábado)
Saludos nuevamente desde Aguaviva!
Tras un desayuno para termorreguladores hemos comenzado la jornada con termomasaje.
Soy Joan, mi primer termomasaje y experiencia lo recibí con la danza amorosa de 8 manos en acción. Lo percibí no como el típico masaje, es algo totalmente diferente, que se siente con un despertar de múltiples sensaciones, de gran profundidad, sensaciones no sólo físicas. El juego polar entre el frío y el calor a la vez y en distintas zonas, genera un fluir de afectos y emociones que despiertan, cuando uno no está acostumbrado a ello. Resulta un tanto extraño, desconcertante, agradable, y hasta paradójico, de ligereza, liviano, como si me hubiera quitado un peso de encima, de alivio… Sentí que por fin me liberé de algo que me oprimía. Por fin puedo respirar a mis anchas. Y lo que me saqué fue simplemente calor.
La Flor de Agua, África, Carmen y Mendelson repasaron sus conocimientos de termomasaje sobre mí, y sobre alguien que necesitó ayuda tras un desafortunado mal paso. Dejémoslo ahí.:P Mientras tanto Cristinat tomaba apuntes sin perderse detalle.
Ya en la tarde volvimos de nuevo al río Bergantes para comprobar que solamente con 2 días más las aguas volverían a su estado de pureza. Lástima que no dispongamos de ese tiempo. Pero como el día anterior, un chapuzón que disfrutamos a tope… y un paseo por un paraje con encanto.
Día 3 (domingo)
Hola, soy África. Última noche en Aguaviva, culminación de unas jornadas excepcionales de experiencias compartidas, de cariño, empatía, compañerismo, familiaridad, de risas y juegos….también de imprevistos y trabajo (como ese pedazo termomasaje a Conchi que le ha permitido estrenar nuevas piernas :cheer: )
Integrados en plena naturaleza, hemos tomado contacto con las aguas cálidas de este lugar, con sus campos y montañas, con su cielo limpio y de azul intenso, con el poder del viento…
Y lo que es más importante con nosotros mismos, estimulando nuestro lado más auténtico.
Nos despedimos de Castellote ascendiendo a las ruinas del castillo por la ladera montañosa que le rodea (a pesar del esguince que sufrí el primer día de nuestra llegada, y del cual dos días después no sólo me permite caminar sino escalar montaña)
Destacar el encanto de los familiares de Cristinat, excepcionales anfitriones GRACIAS por vuestra sencillez y cercanía.
Ah, y no nos olvidamos de saludar a aquellos que por un motivo u otro al final no han podido acompañarnos: Un fuerte abrazo para Inmi, Arantxa y Olga!!