Hola Carmi.
Te felicito por poner en práctica el saludable hábito de la ducha fría en tu hijo.
¡Fíjate que maravilla, con tan sólo finalizar con agua fría en piernas el cambio tan positivo que se produce en el!
“Es instantaneo, el que entra en la ducha no es el mismo niño que sale. Sale relajado, de buen humor e incluso se pone a hacer tareas que le quedan pendientes para el cole con ganas. Además he notado que con las duchas le han disminuido los mocos que parecen de origen alergico.” ¡Cuánto por tan poco!
En cuanto a lo que dices que no lo haces con tu hija porque no lo necesita, tan sólo te recuerdo que los hábitos termorreguladores como el de la ducha fría, están orientados hacia la prevención ya sabes, aquello de “más vale prevenir que curar”.
Se trata de que desde pequeños se vayan familiarizando con el agua fría y lo vean como algo normal.
Ánimo y enhorabuena por tus progresos!
Un abrazo