El cabello, situado en el exterior y arriba del sistema, está influenciado por la fuerza centrífuga y, por lo tanto, es una estructura dilatada y función acelerada, notoriamente más en la mujer que en el hombre, pues la mujer está más influenciada por la fuerza centrífuga que el hombre.
Desde C-4, en un cabello normal predomina el calor (azufre) y la humedad (sales minerales), además de crecer rápido y siempre y tener la flexibilidad y adaptabilidad del “agua”.
El pelo seco
El calor tiende hacia arriba y hacia fuera, en situación normal. Pero en situación de efecto invernadero, inversión, la sangre, y el calor que “viaja” vía sangre, se reconcentran en el interior de la cabeza. La circulación en el cuero cabelludo se empobrece y con el tiempo disminuye el volumen de su tejido y se acorcha y el pelo, al no llegar suficiente sangre, se vuelve anémico de su energía específica, una de cuyas expresiones sería el pelo seco.
Cualquier tratamiento, que no pretenda ser sintomático, tendrá que ser “desde el interior”, estrategia base del MJ, con el objetivo de estimular la circulación de la sangre en el cuero cabelludo y aportar nutrientes para el normal desarrollo del cabello. Y, por supuesto, un aporte especial de sales minerales: algas… en la alimentación.
Desde el exterior, hiperemiar (ortigación, masajes…) y aportar elementos de estructura “fuego” y “agua” como lavados a base de cocimiento de cola de caballo.